El aumento del uso de los pagos en tarjeta espoleado por la pandemia de coronavirus y las mayores precauciones en materia de higiene es una realidad, pero frente a esta dinámica creciente es conveniente saber manejar los riesgos que conlleva este método de pago, dada su inmediatez, fácil acceso y a menudo la distancia que pone entre el ciudadano y el verdadero gasto que asume con su tarjeta.