La deuda pública no ha parado de superar máximos históricos en euros contantes y sonantes desde que comenzase la crisis del covid. Esta tendencia, aunque ha desacelerado, se ha mantenido durante 2021. El último dato, referente al cierre de noviembre de 2021, reveló que la deuda se incrementó un 8,7% hasta los 1,426 billones de euros, hasta el 121,5% del PIB. Pese a esta tendencia y a falta de un solo mes (diciembre) para cerrar las cuestas públicas, el Gobierno sigue asegurando que la deuda pública caerá en 2021 hasta el 119,5%, un objetivo que a simple vista parece imposible. Sin embargo, el Gobierno guarda un as bajo la manga que le puede valer para ‘ganar la partida’: la inflación.