Todo hacía indicar que tras un final de año complejo para los puertos y las cadenas de suministro en general, este 2022 iba a traer algo de calma para estas infraestructuras y las empresas exportadoras e importadores. Sin embargo, en cuestión de semanas la situación ha dado un giro de 180 grados. La irrupción de ómicron y su elevada tasa de contagios amenaza con dejar los problemas de 2021 en una broma. Los primeros síntomas ya se están empezando a notar tanto a nivel local (escasez de productos básicos) como global (nuevos retrasos en envíos, puertos a medio gas…).