Existe un margen sustancial de mejora para el mercado de trabajo en España, que está por debajo de la media de la UE-15 en el indicador de calidad de empleo (ICE), que mide variables no monetarias como jornadas laborales, condiciones contractuales o perspectivas de desarrollo profesional. La pandemia no ha hecho más que profundizar en las deficiencias provocadas principalmente por la temporalidad y el poco desarrollo profesional.