La primera pata de la reforma de pensiones acordada entre el Gobierno y los agentes sociales entrará en vigor mañana, 1 de enero, tras superar en las últimas semanas el trámite parlamentario correspondiente. La norma recupera el IPC como referencia para revalorizar las prestaciones, impulsa la demora de la jubilación y supone el fin del llamado factor de sostenibilidad, que nunca ha llegado a entrar en vigor, por el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).